-¿Por qué no hablamos?
Aquí están los principales laberintos de la comunicación
en los que la mayoría de las parejas se atascan y la forma de desenredarlos:
1. Tú hablas, pero él no escucha
-El modelo: Empiezas a contarle tu rollo y ves que el otro está en las nubes,
hojeando el periódico o absorto en la televisión. Él piensa “ya sé lo que me va
a decir”, así es que cuando ella empieza a hablar es como si chocara con una
pared de cemento…Llega un momento en que sólo tienes que levantar una ceja para
que él se cierre en banda.
La queja que con mayor frecuencia manifiestan las
mujeres acerca de los hombres es la de que éstos no escuchan: en este caso la
comunicación se pierde, no llega a ninguna parte y las parejas se pueden meter en verdaderos
problemas.
-Por qué ocurre: John Gray cree que los hombres
y mujeres hablamos diferentes lenguajes (lo que expone ampliamente en su
best-seller “Los hombres son de Marte y las mujeres, de Venus). Según
Gray, todos los hombres se meten en su “cueva” para resolver los problemas
ellos solos. Las mujeres, en cambio, necesitan hablar abiertamente de sus
problemas y ahí surge la dificultad… La
mujer encuentra alivio en el hecho de hablar, no tiene interés inmediato en
hallar soluciones a sus problemas, sino que busca más bien alivio en el hecho
de contarlos y verse comprendida. Así,
disipa su ansiedad.
-Cómo se resuelve: Saber escuchar constituye el 98
por 100 de una buena comunicación. Escuchar
es saber ponerse en el lugar del otro, entender sus sentimientos, lo cual no quiere
decir compartir, ni estar de acuerdo. Se
podría decir que en una relación de pareja, una persona que se siente
habitualmente escuchada, se siente querida.
Los hombres deben recordar que las mujeres hablan de sus
problemas porque necesitan manifestar sus sentimientos y no para conseguir
soluciones. Limitándose a escucharlas con solidaridad y comprensión les
proporcionan un alivio y satisfacción tremendas.. Pídele por favor 5 minutos de
atención completa y dile: “solo quiero que me escuches sin interrumpir y sin
intentar arreglar nada” Probablemente verás como a los 3 o 4 minutos ya has podido expresar lo que le querías decir y
el puede volver a su periódico o TV.